sábado, 12 de enero de 2013

Las 10 estrategias de manipulación mediática


Sylvain Timsit
Hemos decidido publicar en el blog la lista de “Las 10 estrategias de manipulación mediática" de Sylvain Timsit porque es algo que creemos que todo el mundo debería conocer. Esta lista, a menudo atribuida al prestigioso lingüista estadounidense Noam Chomsky por motivos que desconozco, expone 10 métodos distintos por los que los poderes manipulan a la población a su antojo a través de los medios de comunicación de masas. Leyéndolos se puede observar la vigencia y actualidad de estos métodos que están siendo empleados en este mismo instante.

Los vemos a diario cuando se llevan a cabo una gran cantidad de recortes y abusos contra los derechos sociales con la excusa de que esos recortes son vitales para la supervivencia económica del país. Lo vimos cuando se invadió Irak utilizando la excusa de las armas de destrucción masiva que jamás se encontraron porque jamás existieron tales armas. También cuando encendemos la televisión y nos encontramos con programas como “Sálvame” que diariamente mantiene aborregados a miles de televidentes, haciendo pasar problemas personales de personajes públicos del mundo del corazón, por auténticos asuntos de estado, en enardecidos debates. Lean este texto con atención e intenten hacérselo conocer a sus conocidos. No tiene desperdicio.


Las 10 estrategias de manipulación mediática de Sylvain Timsit

1. La estrategia de la distracción

El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a la granja como los otros animales (cita del texto “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones

Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desean hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en prejuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad

Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir

Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá a mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad

La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión

Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un cortocircuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o inyectar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad

Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad

Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto, malhablado, admirador de gentes sin talento alguno, a despreciar lo intelectual, exagerar el valor del culto al cuerpo y el desprecio por el espíritu…

9. Reforzar la autoculpabilidad

Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen

En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

viernes, 4 de enero de 2013

UPyD: Fascismo disfrazado




El 26 se Septiembre de 2007, Unión Progreso y Democracia (UPyD) se inscribió como partido político en el registro de partidos del Ministerio del Interior. En un principio, gracias al entusiasmo de los medios de comunicación con la nueva formación política y la sencillez de sus siglas - que parecen estar pensadas para atraer a ilusos e ignorantes - mucha gente se ilusionó y se mostró atraída por las ideas, en apariencia, progresistas y liberales, que parecía traer consigo el partido de Rosa Díez.

Sin embargo el tiempo ha puesto a cada uno en su lugar y ha destapado el ideario fascista que se esconde tras esa fachada. Solamente hace falta echar un vistazo a los manifiestos fundacionales de la UPyD de Rosa Díez y de los de la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera para ver lo parecidos que son los idearios de estas dos formaciones.

El conocido militante y líder ultraderechista Ricardo Sáez de Ynestrillas pareció verlo claro desde el principio y así  lo hizo saber en su blog. Según Ynestrillas “UPyD es lo más parecido al autentico falangismo”. Hace unos meses conocimos que un candidato de la formación de Rosa Diez en Málaga  es Gonzalo Sichar Moreno, el editor de Ynestrillas. Ambos han aparecido juntos en la presentación de un libro del líder fascista.

No era la primera vez que sectores de la extrema derecha española mostraban sus simpatías por Rosa Díez. En 2006, un año antes de la aparición de UPyD, Falange Autentica difundió una nota de prensa a través de su página web en la que le ofrecían a Rosa Díez presentarse en sus listas electorales “para seguir defendiendo con absoluta autonomía las libertades ciudadanas sin las ataduras que puede haber encontrado en su carrera política bajo otras siglas”.

Lejos de mostrarse incomodo por estas amistades, el numero dos de Rosa Díez , Carlos Martinez Gorriarán, mostró su indiferencia ante las recriminaciones que había recibido a través de Twitter por su “sintonía con Ynestrillas” y aseguró que para él “todos los votos valen igual”, mostrando así su conformidad con el apoyo recibido del dirigente ultraderechista y desde Falange Española.

Pero Gorriarán no está solo en esto de realizar comentarios "desafortunados" en twitter. El numero 2 de UPyD por Alava, Nico Gutierrez, propuso en su twitter la vuelta del ex-General Galindo - condenado por asesinato y por su pertenencia y liderazgo de los GAL - para ejercer como interlocutor de España ante ETA.

Otro militante de UPyD que levantó polémica en su día fue el escritor Álvaro Pombo, quien en unas declaraciones ante un medio Chileno afirmó que “España prosperó gracias a Franco, la gente tuvo un cochecito, su residencia y la democracia fue posible gracias a Franco”.  

Recientemente UPyD se ha quitado de nuevo la careta demócrata y ha manifestado su postura conforme con regular el derecho a huelga. En Euskadi lleva poniendo obstáculos a la resolución del conflicto desde que apareció en la palestra política haciendo más méritos que nadie para seguir creando confrontación entre la sociedad.

Ojala toda esa gente que se dejó engañar por unas pocas palabras bonitas y una puesta en escena agradable se desengañe y se de cuenta de la verdadera naturaleza de esta formación. 

miércoles, 2 de enero de 2013

No olvidemos a Chávez


Hace unas noches, CNN, ese medio que ha matado a Fidel Castro centenares de veces, hacía lo propio con Hugo Chávez, quien padece una enfermedad que se lo está poniendo muy difícil.

Olvidemos lo anunciado por la CNN, esa cadena que contrata a pseudoperiodistas como Ana Pastor para ladrar contra la izquierda latinoamericana, obviemos también las noticias llenas del peor odio imperialista del ABC, diario melancólico del Imperio, y del Grupo PRISA, que defiende a muerte a su amo santanderino. También dejemos de lado las ideas de quienes creemos que la Revolución bolivariana camina lenta y demasiado atada a la doctrina socialdemocrata. Porque para hablar de Chávez hay que hacerlo con perspectiva y echando un vistazo al continente

A principios de los 90, las aves de rapiña estaban dejando en los huesos a todo el continente sudamericano. Estos pájaros carroñeros eran el FMI y Banco Mundial, que a su vez proclamaban a los cuatro vientos la victoria del neoliberalismo sobre el socialismo -el telón había caído. Detrás de todos estos actores -cómo no- estaba EE.UU, quien proclamaba el democrático derecho a seguir poseyendo un patio trasero.

En este desolado paraje, Chávez dio un golpe de Estado -que fracasó- pero que le alzó como símbolo del pueblo, que veía en él a un verdadero líder. Desde que salió de prisión, Chávez se ha hartado a ganar elecciones a una oposición patética y deseosa de una intervención yankee,que llegó en 2002 mediante un golpe de Estado que tuvo en vilo a la Revolución bolivariana pero que resultó en fracaso gracias a la energía del pueblo.Las conquistas políticas vinieron acompañadas de conquistas sociales reconocidas por los organismos internacionales y que son el verdadero fin del proceso venezolano.

Para recordar a Chávez, sobreviva o no a su enfermedad, hay que alabar su inmenso compromiso con sus ideales. No hay que olvidar que fue su contagiosa energía la que impulsó a todo un continente a elegir valientemente su camino. Que Correa y Evo lo hubieran tenido mucho más difícil sin Hugo. Que Sudamerica es la región más prometedora del mundo para los movimientos sociales. No hay que olvidar tampoco que Chávez, en las horas más peligrosas de la Revolución, le puso el pecho a la metralleta que amenazaba su vida y la de su soberano pueblo. También que se haya puesto de moda devolver los recursos de un país a su pueblo pasando por encima de las empresas que ya están afilando cuchillo y tenedor para devorar Venezuela si Chávez fallece.

Para que esto último no ocurra, no olvidemos.