miércoles, 22 de enero de 2014

¿A quien benefician los manifestantes muertos en Kiev? (III)


Cuando parecía que las protestas de Kiev habían bajado de intensidad, de repente nos encontramos ante una repentina oleada de violencia que ya ha dejado los primeros muertos. Según las primeras informaciones, varios manifestantes que se encontraban en la calle Grushevski, próxima a la sede del Gobierno, fueron alcanzados por francotiradores, dos de ellos con resultado de muerte. La oposición no ha perdido el tiempo e inmediatamente ha acusado a la policía ucraniana de ser los autores de los asesinatos. Sin embargo, la policía lo niega. En un momento de crisis tan profunda como la que vive el Gobierno Ucraniano, ¿A quién benefician los manifestantes muertos en Kiev?

La actuación de las fuerzas de seguridad fue puesta en entredicho en varias ocasiones debido a su brutalidad durante el comienzo de las protestas. Por esa razón, la policía ucraniana se ha venido manteniendo mayoritariamente en una posición defensiva, resguardando los edificios públicos que se encuentran en la zona de las protestas. Es común ver estos días imágenes de estos cordones policiales, parapetados bajo sus escudos y sin hacer ni un solo amago de cargar. Las muertes de manifestantes en las calles de Kiev solo han servido para acrecentar la oposición externa al Gobierno de Ucrania y victimizar a los manifestantes.

En un artículo que publicamos hace unos meses, hablábamos sobre la importancia que están jugando los partidos de la extrema derecha ucraniana a la hora de capitalizar ese movimiento que en un principio se denominó “proeuropeo”. Desde que hace unos días se recrudeciesen los disturbios, los manifestantes han tenido una puesta en escena bastante diferente de la que hubo al principio del conflicto.


A las banderas del Ejercito Insurgente Ucraniano, un grupo guerrillero ucraniano que luchó junto a los nazis en la SGM, y a las del partido fascista Svoboda, que muestran una mano amarilla con tres dedos alzados sobre un fondo azul, ahora vemos como muchos de los manifestantes que se encuentran en las primeras líneas de combate, portan simbología claramente neonazi. En diversas fotografías y vídeos se ve como en sus cascos y escudos llevan pintadas cruces célticas, águilas del Partido Nacional Socialista Alemán y los números 14, 88 y 18. Para quienes no conozcan el significado de estos números aquí una pequeña explicación:


-          88: Hace referencia a la octava letra del alfabeto, la “h”, repetida dos veces. Se utiliza para hacer referencia al saludo nazi: “Heil Hitler”.

-          18: Hace referencia a la primera letra del alfabeto, la “a”, y a la octava, la “h”. Significa “Adolf Hitler”.

-          14: Hace referencia a las 14 palabras pronunciadas por David Lane: “Debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y su futuro para los niños blancos”.

Aparte de esto, el nivel de organización de estos grupos parece haber sufrido un salto cualitativo. Han comenzado a vestir con indumentaria militar y a utilizar palos con la punta reforzada con elementos metálicos, cócteles molotov e incluso catapultas. Todo eso no surge sino de una profunda organización.
Por otro lado tenemos los intereses extranjeros que contemplan a Ucrania como una gran fuente de minerales y petróleo, y que desean atraer al país eslavo hacia la órbita europea.

John McCain en la plaza de la independencia de Kiev
Hace unos meses, los senadores estadounidenses, John McCain y Crish Murphy, visitaron la plaza de la independencia de Kiev, donde fueron recibidos como adalides de la democracia y la libertad. De esta forma mostraron una vez más como EEUU prosigue con su política imperialista, injeriendo expresamente en los asuntos internos de países extranjeros soberanos. Lejos de criticar la violencia de las manifestaciones, ambos senadores alabaron a los manifestantes. Todo esto, no lo olvidemos, en un contexto en que varias sedes gubernamentales y el Ayuntamiento de Kiev llevan ocupados varios meses por los manifestantes.

A nadie se le escapa, que de haberse producido semejantes protestas en EEUU o algún otro país europeo, no habrían perdido el tiempo para calificar a los manifestantes como peligrosos terroristas que pretendían desestabilizar el país. O quizás hubiesen leído un enrevesado discurso manifestando su profundo compromiso con la paz y la libertad, condenando rotundamente la violencia y brindando todo su apoyo y solidaridad a las fuerzas de seguridad que intentan hacer frente a la peligrosa amenaza de un pueblo descontento.

Sin embargo, los senadores norteamericanos no han sido los únicos diplomáticos extranjeros que han acudido a pie de calle para solidarizarse con los manifestantes. También acudieron algunos diplomáticos alemanes, que al igual que los senadores, respaldaron las protestas y no mencionaron nada acerca de la violencia con la que se estaban produciendo. Estos hechos, así como otras declaraciones de diferentes dirigentes europeos, han llevado a Moscú a acusar a occidente de estimular las protestas de Kiev.

Conociendo todos estos factores, de los que tan poco se habla en los medios de comunicación, centrémonos en la muerte de algunos manifestantes tras recibir impactos de bala.

Inmediatamente después de conocerse la noticia, el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha comparecido ante los medios de comunicación para anunciar que la Unión Europea está “evaluando tomar posibles medidas” contra Ucrania tras la muerte de esos manifestantes.

Por su parte, la Embajada de EEUU ya ha tomado medidas y ha cancelado el visado de varios ucranianos. Además Washington ha anunciado que estudiara posibles acciones contra los “responsables de la violenta represión policial “ en Ucrania.

Como vemos, si para algo han servido esas muertes, es para brindar una excusa perfecta a los países occidentales que abogan por la anexión de Ucrania a la Unión Europea, a presionar al gobierno del país eslavo para que tome decisiones en esta dirección. La pregunta que nos surge entonces es la siguiente: ¿Verdaderamente esas muertes han sido causadas por la policía ucraniana, o por el contrario, han sido provocadas por grupos con profundos intereses en esta crisis y que tratan de inclinar la balanza hacia cierto lado?

Esta pregunta que a primera vista parece tan descabellada, no lo es si echamos la vista atrás y observamos lo sucedido en otros países en los que, en situaciones parecidas, han sucedido hechos de estas características. Uno de los más conocidos y probados es la matanza de puente Llaguno de Caracas en el año 2002. En aquella ocasión, policías metropolitanos a las ordenes de la oposición, dispararon contra manifestantes opositores para acusar posteriormente al chavismo de haber causado esas muertes. Más tarde se probó que todo aquello respondió a un plan perfectamente orquestado para derribar a Chávez y se descubrió que los militares golpistas ya daban una cifra de fallecidos en un vídeo grabado el día anterior al de los sucesos.

Este es un texto en el que expresamos nuestra opinión personal. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

Artículos relacionados:

Ucrania: una nación en eterna división (I): http://undebateenmicabeza.blogspot.com.es/2013/12/ucrania-una-nacion-en-eterna-division.html
Ucrania ahonda su división en las calles de Kiev (II): http://undebateenmicabeza.blogspot.com.es/2013/12/ucrania-ahonda-su-division-en-las.html

lunes, 13 de enero de 2014

Méndez Pozo y el boulevard de el #Gamonal

 
Javier Lacalle y Antonio Miguel Méndez Pozo

En los últimos días hemos vivido con ilusión y cierta ignorancia las protestas que han surgido en el barrio burgalés de Gamonal. En un principio el enfado de los vecinos ha surgido por el comienzo de las obras de construcción de un megaproyecto urbanístico para la construcción de un Boulevard. Sin embargo, detrás se esconden diferentes motivos entre los que se encuentran principalmente dos viejos conocidos en Burgos. Uno por su implicación y condena en un caso de corrupción del PP en 1994 y el otro… Bueno el otro es un alcalde del Partido Popular. Un hecho que ligado a un proyecto urbanístico y a su pasado como concejal urbanístico de Burgos, no puede menos que provocar cierto nerviosismo y sospecha entre la ciudadanía. Pero vamos a centrarnos en el primero: Antonio Miguel Méndez Pozo.

Quien hoy trata de presentarse como un constructor y empresario ejemplar, fue condenado en 1994 a siete años de prisión acusado de falsedad documental en el conocido como “Caso de la Construcción de Burgos”. Nueve meses después de entrar en prisión, Méndez Pozo ya se encontraba en la calle en régimen de tercer grado y 2 años después de haber sido condenado, salía de prisión con su condena “cumplida”.
En un momento en que el Ministro Gallardón concede indultos a diestro y siniestro basándose principalmente en el aprecio que siente por la persona solicitante, conviene recordar que antes de entrar en prisión, Pozo solicito el indulto al Gobierno, entonces en manos del PSOE. Un indulto que le fue denegado.

Méndez Pozo fue el único de los encausados en aquel caso de concesiones ilegales de licencias de obras, que tuvo que afrontar penas de prisión. El otro principal encausado, José María Peña (PP), alcalde de Burgos en aquella época, fue inhabilitado.

Las estrechas relaciones de Antonio Miguel Méndez Pozo con el Partido Popular de Castilla y León, también cuentan con una larga trayectoria. En 1994, año en el que fue condenado el empresario oscense, el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, ocupaba la Presidencia de la Junta de Castilla y León, y como tal, tuvo que acudir a declarar en el juicio contra Méndez Pozo, por la estrecha relación existente entre ambos. Pozo llegó a asesorar en cuestiones urbanísticas al ejecutivo de Aznar.  

El propio alcalde de Burgos, Javier Lacalle, también del Partido Popular, ya apuntaba maneras y se encargaba de llevar la concejalía de Urbanismo del ayuntamiento. Según indican en ElBoletín.com, Lacalle, se vio envuelto en 2006, en un escándalo por haber viajado a la Costa Azul francesa con todos los gastos sufragados por varios empresarios entre los que se encontraba el hijo de Méndez Pozo.

Hoy, 20 años después, los vecinos de Gamonal denuncian que la gran mayoría de las obras que se están llevando a cabo en Burgos, las está ejecutando la empresa constructora de Antonio Miguel Méndez Pozo. No es de extrañar que los burgaleses recelen de este empresario, teniendo en cuenta su pasado y que hoy, al igual que entonces, la alcaldía está en manos del Partido Popular. Lo lógico es sospechar de esa relación amistosa que tantos beneficios le están generando al constructor.

Foto:  @eduardomuriel
Pozo no solo es dueño de varias empresas constructoras e inmoviliarias, sino que además controla algunos medios de comunicación entre los que se encuentra el Diario de Burgos. En este conflicto, como en cualquier otro, los medios de comunicación juegan un papel muy importante. El hecho de que Méndez Pozo controle uno de los principales medios de comunicación de Burgos no es desdeñable, puesto que desde sus páginas puede encargarse de posicionar a la sociedad en contra de las reclamaciones populares en su contra, ofreciendo información sesgada centrada solamente en los disturbios y sin profundizar en los motivos que subyacen tras las protestas.

Esta vez la chispa que ha prendido la mecha es un macroproyecto de 8 millones de euros, en el que se pretende sustituir la arteria principal de Burgos, que actualmente cuenta con dos carriles en cada sentido y aparcamientos en los márgenes de la calle, por un boulevard que reduce drásticamente los aparcamientos y los carriles de circulación. En sustitución de las plazas de parking perdidas, el consistorio quiere construir un aparcamiento subterráneo que sería gestionado por una empresa privada y por lo tanto obligaría a los vecinos del barrio a pagar por estacionar sus vehículos.

Todo esto en un momento de crisis brutal que ha provocado que 18000 vecinos de Gamonal se encuentren en paro. Hace unos días algunos vecinos de Burgos denunciaban que, mientras que el ayuntamiento había cerrado una guardería pública por no poder afrontar los costes de 13.000 euros derivados de su mantenimiento y reparación, Lacalle se embarcaba en un proyecto de 8 millones de euros que los vecinos consideran innecesario.

Es evidente que las obras del boulevard no son el principal motivo de la explosión social que se ha vivido estos días, sino que detrás de estas muestras de descontento se esconden una serie de factores acumulados de los que las nuevas obras han sido la gota que ha colmado el vaso. El aguante de los vecinos de Burgos, al igual que el de toda la sociedad, tiene un límite. Un límite que se está sobrepasando en la medida en que el Gobierno continúa con sus ataques a los derechos más básicos del pueblo y que antes o después tendrá que expresarse de alguna forma.