jueves, 28 de junio de 2012

Cuando sucede lo inevitable


 Esta noche, mientras los dirigentes europeos están reunidos en Bruselas en pos de salvar el euro, mientras Pirlo lidera a Italia a la final de la Euro 2012 dibujando trazos de un fútbol mágico sobre el verde tapete de Varsovia, he pensado sobre lo repetitivo de la Historia. A pesar de que algunos intenten cambiarla, ella vuelve a su forma original. Para los que admiramos a Marx, la lucha de clases es el más claro ejemplo de que la Historia cambia los personajes pero no el guión.

También he recordado uno de los principios que enunció el sociólogo alemán Max Weber -que de marxista no tenía nada- en su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1903). El enunciado al que me refiero es una advertencia clara aplicable a la sociedad actual: cuando una clase se enriquece a costa de endeudar a otra, se está al borde del desastre o de una revolución.

Y es que la crisis económica, archienemiga de gobiernos y pesadilla de pobres, nos acerca a lo comentado por Weber de manera escandalosa. Las cifras y estadísticas hablan por sí solas a la espera de que alguien las oiga. En un país -me refiero a España- donde casi una cuarta parte de la población vive bajo el umbral de la pobreza, el 10 % mejor situado ganaba 12 veces más que el peor pagado antes de la crisis. Repitiéndose lo que ocurrió antes de la Gran Depresión de 1929, los años previos a las crisis han significado un aumento desigual de las rentas. Es decir, los ricos ganan mucho más y las clases medias y bajas tan solo un poquito más.

En Estados Unidos, donde la sanidad universal no existe a nivel nacional y donde un multimillonario ajeno a la sociedad real como Mitt Romney aspira a ser presidente del país, la situación es impactante. Como bien detalla Paul Krugman en este artículo, el 0'1 % de la población estadounidense se ha enriquecido de una manera abismalmente superior al resto desde 1976. La excusa de la élite privilegiada para no pagar más impuestos es la misma que en el resto del planeta: ellos generan empleos, activan la economía. Parece que se están tomando unas largas vacaciones...

La situación va camino del desastre. En España, el gobierno sube impuestos y recorta infringiendo la máxima democrática de "no hay democracia sin justicia social". Es esa justicia social la que sufre más en medio de la crisis. La que empuja a la gente a alzar la voz. Con una tasa desorbitada de desempleo, la imposibilidad de generar activos en la economía y la política de austeridad que amenaza con convertir España en un país del Segundo Mundo -si no lo es ya-, es de esperar que las voces se transformen en gritos y estos en actos desesperados.

Y Weber volverá a tener razón.

martes, 19 de junio de 2012

La lucha minera

Llevamos semanas viendo en los medios de comunicación como unos “malvados” mineros siembran el pánico realizando cortes de carretera y enfrentándose a las fuerzas del orden para, a continuación, huir al monte. Sin embargo poco se ha hablado de las razones que han llevado a estos mineros ha declarar una huelga indefinida y a tener que salir todos los días a las calles a reivindicar su derecho a poder ir a trabajar para poder mantener a sus familias.

Alrededor de 7000 mineros del carbón de todo el estado corren el riesgo de perder sus trabajos a consecuencia de la decisión del Gobierno de recortar en un 60% (unos 200 millones de euros) las ayudas contempladas en los presupuestos generales del estado para este sector. Estas ayudas, que expiran a finales de este año, además de ayudar directamente al sector del carbón, están orientadas a reflotar la economía de las comarcas afectadas en el caso de que el sector desaparezca. Esta medida no solo supondría que esas 7000 familias se quedarían sin empleo, sino que numerosos negocios asociados indirectamente al sector se verían afectados de alguna manera. Hay que tener en cuenta que la economía de las regiones en las que se encuentran las minas de carbón, gira entorno a ese mineral. De hecho la huelga general que se convocó el pasado 18 de Junio en las cuencas mineras tuvo un seguimiento masivo, dentro y fuera del sector del carbón. ¿Como puede ser que se puedan entregar 100000 millones de euros a los ladrones de guante blanco, y no se puedan aportar 200 millones para que la gente de a pie pueda conservar su trabajo?

Me parece triste que en los medios de comunicación se publiquen todos los días las batallas campales que se están produciendo a consecuencia de este conflicto, y que prácticamente no se haya hablado del problema que existe detrás de esos enfrentamientos.

En mi opinión, va siendo hora de que seamos más solidarios y tengamos un poco de empatía, de que nos pongamos en su lugar y nos imaginemos como reaccionaríamos si nuestra familia estuviese a punto de quedarse sin una fuente de ingresos con la que poder comprar los alimentos de cada día. Así que dejemos de criticar la forma de lucha que han elegido, ya que de otra manera ahora mismo seguramente los mineros estarían en el olvido y nadie sabría lo que está pasando con ese sector.